Hace poco mi cuñada María emprendió su negocio de jabones. De pronto se vio recién casada y echada de su trabajo, ambas cosas a la vez. Pero esta no es una historia de tristezas, si no de alegrías, de esperanzas y de nuevos comienzos.
Así que se ha rehecho a sí misma y ahora es "jabonera". Puedes empezar a conocerla en su blog Marieta Soaps, pero te aviso de que está trabajando en nuevos productos (de yogur, exfoliantes, cacaos, productos para el hombre...) y en una tienda online. Una lástima que aún las fotos no transmitan el olor.
En Reyes me cayó una cestita repletita y se me ocurrió usar unos cuantos jabones para perfumar los armarios. Por casualidad encontré una cajita muy mona que tenía de cuando me atacó el síndrome de Diógenes. Fue una época muy graciosa, me dio por guardar unos cuantos envases de esos en los que la comida china te llega a casa (algunos se reirán cuando lean que "sólo" fueron unos cuantos). En mi defensa diré que me venían muy bien para guardar los miles de abalorios que tengo. En fin, esta pobre se ve que se escondió cuando vio que empezaba a tirar a las demás a la basura.
Hizo bien, ahora me sirvió para liarle unos cuantos washi tapes alrededor y convertirla en mi cajita perfumadora para el armario. No quiero que con el tiempo se me ensucien con el polvo, así que quería tenerlos en un recipiente con tapa pero que dejara salir su aroma. Así que esto es lo que hice:
Si quieres repetir la proeza, sólo necesitas:
- Llamadita al chino, hoy no cocinamos (esperemos que tu chino traiga estos envases, si no cómprate otro chino).
- Washis bonitos, lacitos o lo que quieras ponerle a tu cajita.
- Soldador de manualidades. En su defecto se me ocurre que que quizás puedas calentar con mechero un pinchito de metal. Ojito: abre la ventana, saldrán vapores poco amistosos.
¿Qué deciros? ¡Mi armario huele a magnolias que es una maravilla!
Muchas gracias Aída!! ;)
ResponderEliminar